La hermosa Casa rural da Xeitosa está construida en piedra antigua, aunque ha sido restaurada recientemente manteniendo en todo momento su estilo, en el que destaca una decoración acogerdora y moderna, respetando la tradición.
Dividida en tres plantas, que a su vez se distribuyen en tres habitaciones distintas. Dos de ellas son habitaciones dobles, ambas con baño privado y espectaculares vistas al exterior. La tercera habitación principal cuenta con una cama kingsize, vestidor y baño privado.
En la planta inferior, encontramos una cocina totalmente equipada, además de diversos salones, algunos con chimenea, un despacho privado y gimnasio.
Además de todo esto, la casa pone a su alcance una serie de servicios adicionales entre los que destacan la posibilidad de añadir camas supletorias o cunas y los traslados desde el aerupouerto hasta el complejo.
Qué hacer
En el exterior de la casa, encontrará un amplio jardín comunicado con el porche, en el que las hamacas y tumbonas le permitirán descansar ante la piscina. Además podrá disfrutar de la barbacoa y tiene a su alcance un aparcamiento privado.
Este complejo, que se haya incrutado en el precioso entorno natural, le acercará a parajes como el Río Verdugo. Encuentra en el pequeño pueblo de Puente de Caldelas, destacado por ser el primero en poseer un playa fluvial con bandera azul.
Además, esta casa se encuentra rodeada por unas magníficas vistas y por la naturaleza, lo que hará de su estancia en familia o con grupo de amigos unas vaciones ideales.
Sus alrededores les da la oportunidad de conocer multitud de alternativas ya sea en la naturaleza o practicando deporte respirando aire puro, con los principales atracivos turísicos centrados en la región y Portugal.
La casa tiene de todo y está muy bien decorada, es muy acogedora y calentita.
Olga es una gran anfitriona que nos explicó todos los detalles para aprovechar al máximo nuestra estancia y además nos obsequió con una pequeña cesta de bienvenida. Fue tan amable que el lunes 12, que era festivo y no le entraban nuevos huéspedes, nos permitió quedarnos todo el tiempo que quisiéramos, sin coste añadido, todo un detalle ya que pudimos quedarnos a comer y marcharnos tranquilamente por la tarde y no a las 12:00 de la mañana como nos correspondía.
Fue un fin de semana con amigos y peques para enmarcar, hicimos churrasco en la parrilla de la casa y comimos en el jardín con piscina, preciosos también los alrededores, disfrutamos de los colores del otoño gallego en todo su esplendor.
Repetiremos seguro!!!